¿Cuán a menudo pensamos que el hecho de lograr una meta u objetivo concreto nos dará confianza en nosotros mismos?
Puede ser, pero NO siempre es así. ¿Por qué? Porque es posible que conseguir esa meta en realidad no nos cueste nada, quizás no venga casi de rodado y no nos proporcione ningún crecimiento o satisfacción personal.
También solemos pensar que el NO conseguir un propósito o meta nos hará sentir unos fracasados y minará nuestra autoconfianza.
¡Nada más lejos de la realidad!
Quizás no alcancemos la meta, simplemente porque esa meta es demasiado exigente, prácticamente inalcanzable o poco realista, esto no tiene nada que ver con nuestra capacidad.
Entonces, ¿si la alcanzo y NO genero más autoconfianza o, si NO la alcanzo: ¿puedo en cualquiera de las situaciones aún así sentirme totalmente confiada en mi misma?
¡Claro que sí!
¿De que se trata pues todo esto de la autoconfianza o cómo puedo lograrla, mantenerla o mejorarla?
La confianza se genera en el día a día, estableciendo pequeños pasos u objetivos que deseamos conseguir para ese día, cambiando o haciendo de otro modo algo que hacíamos antes, algo en lo que deseamos mejorar, progresar o crecer. Pequeñas metas u objetivos, en cualquier ámbito de nuestras vidas:
- en el ámbito laboral
- en nuestras relaciones
- a nivel físico o de salud
Cada pequeño logro o superación personal con respecto al día anterior nos impulsa, nos hace avanzar. Nos confirma que Sí podemos, que a cada paso nos acercamos más a ese objetivo final deseado. Ese objetivo en realidad es solo un faro que nos guía pero, lo más importante son los pasos que voy superando. Cada vez que doy un paso que me acerca más al mismo. El objetivo final es el premio del trabajo realizado a lo largo del camino.
¡Olvídate de conseguir logros para cumplir exigencias o expectativas de otros!
Enfócate solo en aquello que tú deseas alcanzar ya que estos son los únicos logros que te harán sentir bien de verdad y crecer como Ser. Recuerda, la autoconfianza de construye siempre desde dentro de nosotras mismas.
Ánimo, una pieza del puzle hoy, otra mañana. Pequeños pero certeros pasos, uno a la vez.
Ten paciencia contigo misma, sin prisa aunque también sin pausa, trata sólo hoy de llegar algo más lejos que ayer y lo habrás conseguido.
¿Y mañana? Mañana volverá a ser un hoy en el que seguiremos construyendo sobre los avances de los días anteriores.
Recuerda, cada día es un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de mejorar, superarnos, crecer y CONFIAR en nosotras mismas.
Ana Vidal
Comentarios recientes