Que lo visible no te impida ver lo invisible. A pesar de que al vernos en el espejo cada día parecemos la misma persona, no lo somos. Al igual que el agua que fluye por el mismo río nunca es la misma, tú hoy no eres la que eras ayer y nunca volverás a serlo.
La razón: Estamos en constante evolución.
La cuestión es, ¿hacia dónde estamos evolucionando? Lo ideal es evolucionar conscientemente hacia aquello que deseamos ser, en lo que deseamos convertirnos. Por ello, una de las mejores fórmulas es la de NO atarnos a falsas creencias del tipo: «yo soy», «es que siempre he sido así», «no puedo cambiar lo que soy».
Las vivencias, experiencias y nuestros pensamientos y acciones de cada día nos hacen cambiar, nos transforman y moldean en lo que somos.
Quizás hoy te sorprendas actuando de una forma diferente a cómo hubieses hecho ayer ante el mismo acontecimiento. ¡Enhorabuena!
Esta es una excelente noticia, por alguna razón, la que sea, ves las cosas desde una perspectiva diferente, das oportunidad a tu ser de experimentar nuevas formas de ver, sentir y vivir.
No importa si te equivocas, no hay errores, solo y siempre aprendizaje. Claro que unos resultados son más deseados que otros o nos traen menos consecuencias «negativas» para nosotros y/o los demás. En cualquier caso, incluso si es así, habrá un aprendizaje, por ende, una evolución para todas las partes involucradas.
Lo importante y complicado es que nos enseñan a quedarnos rumiando en los errores, en vez de enseñarnos a reconocerlos y aprender de ellos para que siguientes experiencias sean más deseables y amigables para todos.
Cada pensamiento y acción nos transforma, conforma aquello que somos en cada momento y nuestra vida posterior.
La vida siempre fluye hacia delante y el ser humano, como parte de esta vida, de este todo con la naturaleza, debe aprender a fluir con ella. No podemos estancarnos, porque la vida seguirá adelante con o sin nosotros … siempre.
Sabes qué le ocurre al agua cuando no fluye, cuando se estanca, ¿verdad?
Pues eso, sé como ese río que hoy no es el mismo que ayer y que nunca será 2 días igual.
¡Fluye y Vive!
Ana Vidal
Muy acertado,estamos en constante evolución